domingo, 4 de junio de 2017

El deber de los marxista-leninistas colombianos respecto a los mitos nacionales; Equipo de Bitácora (M-L), 2016

Imagen de un documento de las FARC-EP que demuestra el eclecticismo atroz de la organización


«En cuanto a su influencia en las masas trabajadoras, tampoco debería haber cabida para que la nueva organización política salida de las FARC-EP hegemonice la conciencia de las clases trabajadoras si sus detractores revolucionarios hacen bien su trabajo. Las FARC-EP cuentan con el apoyo de su halo mitificado que seguirá siendo sostenido durante mucho tiempo por las fuerzas internas y externas de la izquierda domesticada, pero he aquí donde entra el trabajo de los marxista-leninistas colombianos, que deben refutar su historia explicando su pasado reformista y terrorista y revisionista, pasando a refutar del mismo modo la actual línea reformista y legalista con la que se presenta. En especial Colombia y su movimiento obrero gira entorno varios mitos, podríamos citar algunos internos: FARC-EP, PCC, PCC (M-L), algunos externos: Venezuela y Cuba, alguno sobre figuras históricas del continente: Bolívar, Camilo Torres, Guevara, etc. Cada país tiene estos mitos por influjo interno o exterior entorno a movimientos pasados, regímenes exteriores o figuras históricas que no son puestas en su debido lugar, que son sobrestimado e incluso considerados referentes. Entendemos que no son mitos que vayan a desaparecer de la noche a la mañana porque han sido creados en la mente colectiva a través de un largo trabajo de propaganda agitada machaconamente, pero lo que no es permisible es que los llamados marxista-leninistas contribuyan a agrandar estos mitos en las masas, ya que si es que son verdaderamente la verdadera vanguardia del proletariado de su país, pondrán estos temas bajo el prisma de clase, y bajo un análisis certero se dará fin a falsos conceptos sobre estos temas. Y es que los marxista-leninistas colombianos deben preguntarse seriamente: ¿si no hacen ellos mismos este quién lo hará?

Todos los países tienen en la mentalidad colectiva de los trabajadores muchos mitos arraigados, inclusive de grupos y figuras pseudocomunistas nacionales, es necesario desmontar estos mitos ya que de otro modo se quedan incrustados en la mente de los trabajadoras e identifican erradamente conceptos como: lucha de clases, libertad, democracia, violencia, revolución, socialismo, marxismo, o comunismo y otros con experiencias erradas de grupos antimarxistas y el concepto que estos le daban. Es decir que si es importante explicar las mentiras de la llamada «derecha» de que «no existe alternativa al capitalismo», o desmontar teorías falsas sobre las causas de la crisis, no es menos importante desmontar las mentiras y mitos de la falsa «izquierda», que hace que los trabajadores adopten posiciones erradas creyendo que ciertos conceptos y poses son las correctas por desconocimiento o bajo la resignación que es a lo máximo que pueden aspirar según les enseñan estos embusteros.

La refutación de los programas, proclamas y mitos de las organizaciones políticas que sean: desde los de la derecha filofascista y más rancia, hasta la de los grupos semianarquistas aventureros y terroristas, no suponen un gran trabajo para los marxista-leninistas, que gracias a su método científico saben analizar correctamente sus fenómenos, su origen y causas. Es menester ponerse a sacar conclusiones de todo esto, pero también es menester que una vez sacadas las conclusiones se pase a explicar y desmontar con paciencia, en un lenguaje entendible, todo esto a las masas trabajadoras.

Es de ellos –los marxista-leninistas– de quienes depende por cuánto tiempo perdurará mitos como el de las FARC-EP en Colombia. Si realizan bien su trabajo de explicación y agitación será relativamente fácil de desmontar en pocos años». (Equipo de Bitácora (M-L)Una reflexión necesaria sobre las FARC-EP, los acuerdos de paz y la historia de las guerrillas en Colombia, 2016)

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